Estadísticas precisas sobre demografía están disponibles desde1857, por lo que el recuento de población de siglos anteriores es solo aproximado.
En época musulmana no existía un núcleo urbano y Xàbia estaba formada por pequeñas alquerías (agrupaciones de casas) “en valle yxabee” (en el valle de Xàbia, citado en un documento del año 1258). Tras el sometimiento de la población musulmana en 1244, la costa valenciana estuvo expuesta durante siglos a los ataques de piratas y corsarios procedentes del Reino de Granada y el Magreb. Había una gran necesidad de protección. Así que en el siglo XIV se construyó una torre con fortificaciones, que con el tiempo se iría ampliando hasta convertirse en la iglesia-fortaleza de San Bartolomeu. Estas fortificaciones del s. XIV fueron el inicio de un núcleo que fue creciendo a lo largo de los siglos hasta convertirse en el pueblo que conocemos hoy. En los siglos XVI y XVII se estima que la población pasó de 1.000 a 2.000 habitantes, aproximadamente. La población siguió creciendo de manera que a finales del siglo XVIII ya superaba los 3.000 habitantes. Para la década de 1860 ya rondaba los 6.000 habitantes y se mantuvo en esa cifra durante cien años. El cómputo de población empezó a aumentar más rápidamente cuando el turismo descubrió Xàbia en los años 80 del siglo pasado. El censo, de aproximadamente 10.000 habitantes entonces, creció cada año hasta 2013, cuando se alcanzó el recuento máximo de 33.000 habitantes. Desde entonces, la cifra se ha ido reduciendo paulatinamente. Hoy somos casi 28.000 habitantes. Lo interesante es que la población es casi igual en ambos sexos: ¡¡Solo hay nueve mujeres más que hombres!! Y por cierto, ¡tenemos seis personas de cien años o más, cuatro mujeres y dos hombres! La proporción de residentes extranjeros que viven en Xàbia es un increíble 43%, es decir, 12.000 habitantes. Los británicos forman el mayor grupo, con 4.500 (¡a pesar del Brexit!), seguidos de los alemanes y los marroquíes. Hoy, la cosmopolita Xàbia muestra cuán abierta y acogedora puede ser y es un ejemplo de cuán armónicamente pueden convivir los pueblos del mundo.
0 Comments
Leave a Reply. |
ACTIVIDADES
|