La Marina Alta es la comarca valenciana donde más molinos de viento se construyeron. Desde época medieval, posiblemente incluso ya en época andalusí, hubo molinos en nuestra comarca. La mayor concentración se sitúa resguardada en los alrededores del Montgó. Xàbia, con 12 molinos, Gata con 3, Pedreguer con 2 y Dénia, con 5.
Los tres molinos de Jesús Pobre, pedanía de Dénia (ahora designadas con el cursi nombre de EATIM: entidad de ámbito territorial inferior al municipio), es localizan en la cima de un pequeño cerro de 155 metros de altura, situado en un kilómetro al suroeste del pueblo. Los tres molinos estaban funcionando en la segunda mitad del siglo XVIII, centena en la que fueron construidos probablemente. Mantienen las características del resto de los molinos de la Marina Alta. Dos plantas, con una única puerta de acceso (abierta al suroeste), una planta superior sustentada por una bóveda de sillares de tosca, (lugar donde se encontraban las muelas y la maquinaria) ventilada e iluminada por dos postigos opuestos . El acceso a la sala de las muelas se hacía por una escalera de peldaños de piedra que se adosaban a la pared interior del edificio. Tendrían también cuatro antenas y una cubierta cónica móvil. Los años y el abandono, han provocado la desaparición de muchos de estos elementos, quedando la robusta estructura cilíndrica de mampostería construida con bloques irregulares de piedra caliza y mortero de cal.
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.....una tradición centenaria en las comarcas valencianas y catalanas? Es posible que el nombre se remonte a la palabra árabe "muna" en el siglo XV, que designaba una provisión o regalo, que se pagaba en especie, como impuesto territorial. Aquí en Xàbia, hasta no hace mucho, se preparaba en cada hogar durante la Semana Santa. Las mujeres amasaban y amasaban hasta que la masa tuviera la consistencia adecuada y luego la dejaban reposar bajo una multitud de mantas en la cama matrimonial, durante muchas horas, para que la masa fermentada duplicara su tamaño. Una vez listas, las monas se llevaban a uno de los cinco o seis grandes hornos que había en Xàbia, ya que el horno de casa era demasiado pequeño para albergar todas las monas. La tradición es que las monas siempre las regalaban, de ahí el nombre, los padrinos y madrinas o los abuelos y abuelas, a los niños y niñas. En Xàbia siempre regalaban a los más pequeños un par de “zapatillas”, zapatos planos de suela de goma que se usaban para hacer deporte, que se compraban habitualmente en la zapatería de La Rulla. La Pascua se celebraba hasta 3 días (domingo, lunes y martes). Las familias, amigos.... iban a celebrarlo en las casitas de campo y, por la tarde, todos a la playa del Arenal a merendar la mona. La llevaban en una cestita que les habían regalado los abuelos. Cestas artesanales que se hacían en casa: de esparto, palmito,...En el Arenal se jugaba a saltar la comba, bailar la trompa, tirar cohetes... Recuerdo que la mona más bonita se llevaba de regalo a la familia que llevaba luto por la pérdida reciente de algún familiar (estaba mal visto que se hicieran monas llevando luto). Un gesto solidario tanto a familiares como vecinos. Que paséis una buena Pascua! |
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