Xàbia: Hechos y anécdotas - Sabías que …por un corto espacio de tiempo Xàbia tuvo un aeródromo?

​Por supuesto, no tenía fines comerciales ni estaba pensado para que lo utilizaran pilotos aficionados. ¡En realidad era para aviones de guerra!

En 1936, el Frente Popular de izquierdas elegido democráticamente accedió al gobierno, pero más tarde, ese mismo año, el general Francisco Franco dio un golpe de estado contra la República con la ayuda del Ejército. Este fue el comienzo de la violenta guerra civil que duró hasta 1939. Xàbia se mantuvo fiel a los republicanos y, en 1937 para proteger esta parte de la costa de los fascistas, se preparó un aeródromo con dos pistas de aterrizaje. Se ubicó en tierras de cultivo de la zona del Pla, detrás del Arenal. Al mismo tiempo, se construyeron varios búnkeres y refugios antiaéreos en el municipio para la protección de los civiles. Además, se construyó un emplazamiento de cañones antiaéreos frente al camí Cabanes, equipado con ametralladoras que podían girar 360 grados para defender el aeródromo y los búnkeres de los ataques de la aviación enemiga. Sin embargo, la pista de aterrizaje se utilizó poco.
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El 23 de julio de 1938, tres aviones Savoia S79 del ejército italiano, del gobierno fascista de Benito Mussolini, con base en Palma de Mallorca, bombardearon el aeródromo de Xàbia. Además de ayudar al general Franco, utilizaron este ataque para perfeccionar sus métodos de bombardeo terrorista. Sin embargo, en este caso, la mayoría de sus 36 bombas fallaron y cayeron sobre el Arenal y el Pla. Afortunadamente, solo dos personas resultaron heridas y la única víctima mortal fue un burro. Ocho meses después, el 1 de abril de 1939, la guerra terminaba y comenzaban 36 años de dictadura y un período de extrema penuria para la población.
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El aeródromo se mantuvo como tal hasta finales de 1939 y luego la tierra fue devuelta a sus antiguos propietarios, quienes la utilizaron una vez más para plantar viñedos. Hoy en día solo quedan algunos vestigios de los edificios que formaban parte del aeródromo, pero han sido tan alterados que apenas son reconocibles. Las pistas de aterrizaje han desaparecido bajo campos de naranjos, casas e, irónicamente, una pista de karts.