El castillo de la Serrella está situado en un afloramiento rocoso conocido como la Penya del Castellet, en la cima del arco oriental de la sierra de Serrella, con una amplia visibilidad en todas las direcciones. Al norte domina el valle y el pueblo de Castell de Castells, desde donde se ve el mar, mientras que en el sur se asoma el valle y el pueblo de Guadalest y el mar por el Albir.
Poco se sabe de su historia más antigua, el primer registro documental del castillo se encuentra en Pacto del Pouet de 1245, entre el rey Jaume I y el caudillo musulmán Al-Azraq. La fortificación y su territorio asociado era denominada como "Castillo" (Qastâl) y fue cedida a Al Azraq para su uso durante tres años. Más tarde, fue tomada por el rey Jaume en 1250 y se abandonó poco después de la conquista cristiana. La fortificación se construyó casi toda de "tapia" y se compone de dos áreas diferentes. El punto más alto consiste en una pequeña meseta donde hay una torre rectangular (A), algunos restos de muros y un aljibe (B). Este recinto más pequeño se corresponde con la "celoquia" o el último reducto de la fortaleza donde viviría el "qaid". Las paredes de la torre se encuentran en ruinas pero aún siguen en pie hasta una altura de unos cuatro metros. A esta zona sólo se puede llegar trepando por rocas escarpadas. El recinto inferior o albacar comprende un gran espacio emplazado en la zona septentrional, bordeado por una muralla que se vislumbra en tramos. Hay un gran aljibe, bien conservado (G), que aún hoy retiene las aguas pluviales. El depósito se emplaza al este de la entrada al recinto (Z). El castillo no ha sido excavado arqueológicamente ni conocemos exactamente cuando se construyó. Sin embargo, las cerámicas recuperadas en superficie, indican unas dataciones a partir de la segunda mitad del siglo XI. |